La mesa redonda celebrada el pasado 23 de febrero contó con la participación de Santiago Herranz, de CGT, Ana Fe Félix Iglesias, de la empresa de inserción “La encina” e Higinio Gómez, de la Unión de Cooperativas de trabajo “Owen”.
Santiago Herranz, comenzó el acto reivindicando el reparto de trabajo y la riqueza. “El trabajo pierde su fuerza como actividad digna de la persona para pasar a ser un capricho del mercado”, por eso rechazó el término “mercado de trabajo” al referirse al ámbito de las relaciones laborales.
.El sindicalista defendió un modelo de empleo diferente “que permita a los trabajadores y trabajadoras gozar de un ocio creativo y apostar por el decrecimiento como modelo económico que no degrade el medio ambiente y no fomente el consumo”. En definitiva, según CGT, hay que “promover medidas para que el individuo pueda ser dueño de su tiempo y que no sea el tiempo el que determine al individuo”.
Ana Fe Félix Iglesias, Gerente de la Empresa de Inserción La Encina y vicepresidenta de la Federación de Empresas de Inserción de Castilla y León, explicó qué son las empresas de inserción, cómo se crearon y cuál es la filosofía de este modelo novedoso de empresas.
Las empresas de inserción se regulan normativamente desde 2007, aunque ello no significa que no estuvieran funcionando antes. Tienen una nítida función social de inserción laboral de colectivos en situación o riesgo de exclusión social. Son empresas de tránsito porque pretender formar a estos colectivos de trabajadores y trabajadoras en el mismo puesto de trabajo.
En Salamanca hay tres empresas de inserción que suman en total a 60 trabajadores contratados. En Castilla y León hay un total de nueve empresas y en el país suman un total de 176.
En los años que lleva funcionando La Encina, que realiza trabajos de jardinería, lavandería y limpieza, han trabajado 50 personas, muchos de ellas han logrado insertarse social y profesionalmente.
Ana Fe Félix reivindicó la promoción de estas empresas a través de los contratos de obras y servicios con las Administraciones Públicas y en este sentido subrayó "la necesidad de los mercados tutelados, es decir, de que, al menos se garantice que una parte de del trabajo que se realice desde los Ayuntamientos pueda ser ejecutado por empresas de inserción".
El último en intervenir fue Higinio Gómez, director de la Unión de Cooperativas de trabajo “Owen”. En su intervención, aclaró que las Cooperativas no son clubes ni asociaciones de amigos, sino empresas que, entre otras cuestiones, se diferencian del resto en sus valores y principios: “las Cooperativas están al servicio de las personas y no del capital, que es un instrumento al servicio de la persona”.
Los beneficios de las Sociedades Cooperativas se distribuyen no en función del número de acciones o de capital sino del trabajo aportado. Gómez destacó que "Salamanca es la provincia de Castilla y León con mayor número de Cooperativas y ocupan entre 1.200 y 1.300 trabajadores, aunque en estos momento se puede haber reducido en 800 ó 900 el número de personas empleadas".
Santiago Herranz, comenzó el acto reivindicando el reparto de trabajo y la riqueza. “El trabajo pierde su fuerza como actividad digna de la persona para pasar a ser un capricho del mercado”, por eso rechazó el término “mercado de trabajo” al referirse al ámbito de las relaciones laborales.
.El sindicalista defendió un modelo de empleo diferente “que permita a los trabajadores y trabajadoras gozar de un ocio creativo y apostar por el decrecimiento como modelo económico que no degrade el medio ambiente y no fomente el consumo”. En definitiva, según CGT, hay que “promover medidas para que el individuo pueda ser dueño de su tiempo y que no sea el tiempo el que determine al individuo”.
Ana Fe Félix Iglesias, Gerente de la Empresa de Inserción La Encina y vicepresidenta de la Federación de Empresas de Inserción de Castilla y León, explicó qué son las empresas de inserción, cómo se crearon y cuál es la filosofía de este modelo novedoso de empresas.
Las empresas de inserción se regulan normativamente desde 2007, aunque ello no significa que no estuvieran funcionando antes. Tienen una nítida función social de inserción laboral de colectivos en situación o riesgo de exclusión social. Son empresas de tránsito porque pretender formar a estos colectivos de trabajadores y trabajadoras en el mismo puesto de trabajo.
En Salamanca hay tres empresas de inserción que suman en total a 60 trabajadores contratados. En Castilla y León hay un total de nueve empresas y en el país suman un total de 176.
En los años que lleva funcionando La Encina, que realiza trabajos de jardinería, lavandería y limpieza, han trabajado 50 personas, muchos de ellas han logrado insertarse social y profesionalmente.
Ana Fe Félix reivindicó la promoción de estas empresas a través de los contratos de obras y servicios con las Administraciones Públicas y en este sentido subrayó "la necesidad de los mercados tutelados, es decir, de que, al menos se garantice que una parte de del trabajo que se realice desde los Ayuntamientos pueda ser ejecutado por empresas de inserción".
El último en intervenir fue Higinio Gómez, director de la Unión de Cooperativas de trabajo “Owen”. En su intervención, aclaró que las Cooperativas no son clubes ni asociaciones de amigos, sino empresas que, entre otras cuestiones, se diferencian del resto en sus valores y principios: “las Cooperativas están al servicio de las personas y no del capital, que es un instrumento al servicio de la persona”.
Los beneficios de las Sociedades Cooperativas se distribuyen no en función del número de acciones o de capital sino del trabajo aportado. Gómez destacó que "Salamanca es la provincia de Castilla y León con mayor número de Cooperativas y ocupan entre 1.200 y 1.300 trabajadores, aunque en estos momento se puede haber reducido en 800 ó 900 el número de personas empleadas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario