Ayer acabó la ronda de conversaciones del PCE con las organizaciones sindicales convocantes en una reunión en la que se habló de las políticas neoliberales del PSOE y de que la movilización debe continuar porque lo próximo que está por llegar es la reforma de las pensiones.
Ambas organizaciones trataron los aspectos más agresivos de la contrarreforma laboral como la limitación de la negociación colectiva o la lesión de múltiples derechos individuales y colectivos de los trabajadores y trabajadoras.
Desde el PCE y la CGT está claro que hay motivos suficientes para que los trabajadores y las trabajadoras se sumen a esta jornada de huelga del 29 de septiembre. Entre otras, no sólo las políticas llevadas a cabo por el PSOE que han conducido a un incremento de las desigualdades sociales en este país, sino, además, porque los contenidos de la contrarreforma laboral permiten que el trabajador quede mucho más desprotegido respecto de las decisiones de los empresarios.
Una reforma laboral que abarata el despido, dota de mayor flexibilidad las decisiones arbitrarias de la empresa para despedir y reduce los períodos de consultas en los expedientes de regulación de empleo que conlleva por un lado, reducir la capacidad de negociación de los representantes sindicales y abaratar el despido en cuanto a que el empresario podrá despedir con un número reducido de días por año trabajado, imponiéndose finalmente su criterio.
Por otro lado, ambas organizaciones coincidieron también en que la lucha de los trabajadores no debe acabar el 29 de septiembre porque el Gobierno tiene preparada en su agenda nuevas políticas contra la clase trabajadora como el incremento de la edad de jubilación y el presumible aumento del período de carencia para poder tener derecho a esta prestación social.
Por último, el PCE y CGT condenaron también la campaña que, desde determinados intereses, próximos al Gobierno y a las posiciones más derechistas, está surgiendo en torno al papel de los sindicatos, señalando que no es ahora el momento de ese debate y que lo único que hay que discutir en este momento es la contrarreforma laboral y las políticas neoliberales que ha planteado el Gobierno del PSOE.
CGT y el PCE de Salamanca quedaron en volverse a reunir después del 30 de septiembre para valorar la incidencia de la huelga.
Ambas organizaciones trataron los aspectos más agresivos de la contrarreforma laboral como la limitación de la negociación colectiva o la lesión de múltiples derechos individuales y colectivos de los trabajadores y trabajadoras.
Desde el PCE y la CGT está claro que hay motivos suficientes para que los trabajadores y las trabajadoras se sumen a esta jornada de huelga del 29 de septiembre. Entre otras, no sólo las políticas llevadas a cabo por el PSOE que han conducido a un incremento de las desigualdades sociales en este país, sino, además, porque los contenidos de la contrarreforma laboral permiten que el trabajador quede mucho más desprotegido respecto de las decisiones de los empresarios.
Una reforma laboral que abarata el despido, dota de mayor flexibilidad las decisiones arbitrarias de la empresa para despedir y reduce los períodos de consultas en los expedientes de regulación de empleo que conlleva por un lado, reducir la capacidad de negociación de los representantes sindicales y abaratar el despido en cuanto a que el empresario podrá despedir con un número reducido de días por año trabajado, imponiéndose finalmente su criterio.
Por otro lado, ambas organizaciones coincidieron también en que la lucha de los trabajadores no debe acabar el 29 de septiembre porque el Gobierno tiene preparada en su agenda nuevas políticas contra la clase trabajadora como el incremento de la edad de jubilación y el presumible aumento del período de carencia para poder tener derecho a esta prestación social.
Por último, el PCE y CGT condenaron también la campaña que, desde determinados intereses, próximos al Gobierno y a las posiciones más derechistas, está surgiendo en torno al papel de los sindicatos, señalando que no es ahora el momento de ese debate y que lo único que hay que discutir en este momento es la contrarreforma laboral y las políticas neoliberales que ha planteado el Gobierno del PSOE.
CGT y el PCE de Salamanca quedaron en volverse a reunir después del 30 de septiembre para valorar la incidencia de la huelga.
1 comentario:
El PCE parece ser que es el único Partido que se ha reunido con los sindicatos de clase. ¡Muy bien hecho!
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