Por Ángel García, Secretario Provincial del PCE-Salamanca.
Aquí estamos, Santiago, para despedirte. Pero esta despedida no es más que un adiós físico porque en cada acto, en cada reunión, en cada momento en que compartamos conversación más de un camarada, tú seguirás presente. Esperaremos, sin darnos cuenta que, en cualquier momento, tú te levantes del asiento y nos recuerdes aquellos años que partieron y marcaron toda tu existencia.
El golpe de estado y la dictadura fascista, con toda la crudeza de su terrible e inhumana represión, dejó marcada tu vida. Tu firmeza y convicción defendiendo aquel Madrid asediado y valiente. Tu voz gritando el ¡No pasarán! de Dolores que permitió que mujeres y hombres como tú, valientes, antifascistas, comunistas, con una convicción enorme en la defensa de los derechos de la clase trabajadora y con el antifascismo como impulso para la lucha, lograsteis que quedara marcada en la historia la inquebrantable unidad y fe en la resistencia del pueblo de Madrid.
Decías que la guerra civil y la república no son historia mientras tú vivas. Hoy decimos nosotros y nosotras, tus camaradas, que aunque hayas muerto, tu vida, tu coherencia y tu dignidad tampoco son historia. Tu vida, todo un ejemplo, será para nosotros una referencia. No es historia ese período que marcó tu vida porque está en nuestra memoria y la memoria es presente porque sin ella no seríamos luchadores republicanos, antifascistas, revolucionarios, como tú lo fuiste, como tú lo eres.
Tú, Santiago, camarada, tampoco serás un hombre de la historia. En 1932 te afiliaste a las Juventudes Comunistas y todas las generaciones de Jóvenes comunistas siempre te hemos entregado un carné de las Juventudes. Un colectivo de las Juventudes Comunistas, que tantas muestras de afecto te han dado, lleva tu nombre aunque, decías, tú no te lo mereces, porque debería de llevar el nombre de Agustín Froufe Carlos, que fue el Secretario de las Juventudes Comunistas cuando tú entraste a militar en ellas aquí en Salamanca.
Tus 32 meses de cárcel y los 52 meses en los Batallones de Trabajadores están marcados también en nosotros, Santiago, porque fue el castigo que tú sufriste y que dieron al Partido por defender la República, la democracia y luchar por la libertad.
No podremos olvidarte nunca, Santiago, porque, camarada, has sido, en el sentido más noble de la palabra, un caballero. No sólo por tu porte, por tu elegancia, sino porque jamás has tenido ni una sola palabra de venganza ni de revancha. Como debe ser. Esa actitud, ese comportamiento es el nuestro. La lucha no se hace con revanchas, se hace mirando al futuro con esperanza en alcanzar una sociedad más justa donde no haya explotación, donde la competencia sea sustituida por la solidaridad. Estos eran tus valores y estas son nuestras aspiraciones. Somos comunistas y nos sentimos honrados de haber militado contigo. Tu ejemplo nos hará sentir orgullosos de este Partido, tu Partido. El Partido Comunista que con personas como tú ha crecido en dignidad, en importancia, aunque digan que somos chiquitos, con camaradas como tú el Partido Comunista es grande, gigante.
Hasta siempre, camarada. Hasta siempre Santiago.
Ángel García
Secretario Provincial del PCE-Salamanca
Aquí estamos, Santiago, para despedirte. Pero esta despedida no es más que un adiós físico porque en cada acto, en cada reunión, en cada momento en que compartamos conversación más de un camarada, tú seguirás presente. Esperaremos, sin darnos cuenta que, en cualquier momento, tú te levantes del asiento y nos recuerdes aquellos años que partieron y marcaron toda tu existencia.
El golpe de estado y la dictadura fascista, con toda la crudeza de su terrible e inhumana represión, dejó marcada tu vida. Tu firmeza y convicción defendiendo aquel Madrid asediado y valiente. Tu voz gritando el ¡No pasarán! de Dolores que permitió que mujeres y hombres como tú, valientes, antifascistas, comunistas, con una convicción enorme en la defensa de los derechos de la clase trabajadora y con el antifascismo como impulso para la lucha, lograsteis que quedara marcada en la historia la inquebrantable unidad y fe en la resistencia del pueblo de Madrid.
Decías que la guerra civil y la república no son historia mientras tú vivas. Hoy decimos nosotros y nosotras, tus camaradas, que aunque hayas muerto, tu vida, tu coherencia y tu dignidad tampoco son historia. Tu vida, todo un ejemplo, será para nosotros una referencia. No es historia ese período que marcó tu vida porque está en nuestra memoria y la memoria es presente porque sin ella no seríamos luchadores republicanos, antifascistas, revolucionarios, como tú lo fuiste, como tú lo eres.
Tú, Santiago, camarada, tampoco serás un hombre de la historia. En 1932 te afiliaste a las Juventudes Comunistas y todas las generaciones de Jóvenes comunistas siempre te hemos entregado un carné de las Juventudes. Un colectivo de las Juventudes Comunistas, que tantas muestras de afecto te han dado, lleva tu nombre aunque, decías, tú no te lo mereces, porque debería de llevar el nombre de Agustín Froufe Carlos, que fue el Secretario de las Juventudes Comunistas cuando tú entraste a militar en ellas aquí en Salamanca.
Tus 32 meses de cárcel y los 52 meses en los Batallones de Trabajadores están marcados también en nosotros, Santiago, porque fue el castigo que tú sufriste y que dieron al Partido por defender la República, la democracia y luchar por la libertad.
No podremos olvidarte nunca, Santiago, porque, camarada, has sido, en el sentido más noble de la palabra, un caballero. No sólo por tu porte, por tu elegancia, sino porque jamás has tenido ni una sola palabra de venganza ni de revancha. Como debe ser. Esa actitud, ese comportamiento es el nuestro. La lucha no se hace con revanchas, se hace mirando al futuro con esperanza en alcanzar una sociedad más justa donde no haya explotación, donde la competencia sea sustituida por la solidaridad. Estos eran tus valores y estas son nuestras aspiraciones. Somos comunistas y nos sentimos honrados de haber militado contigo. Tu ejemplo nos hará sentir orgullosos de este Partido, tu Partido. El Partido Comunista que con personas como tú ha crecido en dignidad, en importancia, aunque digan que somos chiquitos, con camaradas como tú el Partido Comunista es grande, gigante.
Hasta siempre, camarada. Hasta siempre Santiago.
Ángel García
Secretario Provincial del PCE-Salamanca
1 comentario:
Nunca te olvidaremos, Santiago, ni tu vitalidad, tu humanidad, ni tu amor por la justicia y tu afán porque nunca caiga en el olvido la lucha por la libertad. Hasta siempre!
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