sábado, 7 de noviembre de 2009

2ª Pancartada contra el paro del PCE-Salamanca

En la mañana del sábado 7 de noviembre, a las 12:00 h. del mediodía, el Partido Comunista de Salamanca (PCE), ha realizado su segunda "Pancartada contra el paro", una acción de protesta que en esta ocasión ha tenido lugar ante la sede del PP de Salamanca. En la misma, se desplegó una pancarta de 15 metros con la consigna: "26.541 parados en Salamanca: PP Y PSOE CULPABLES".

El motivo de esta acción de protesta ha sido la subida del paro que hemos presenciado en nuestro país y también en Salamanca, especialmente tras los datos de paro reflejados el pasado martes, que cifraban el número de parados salmantinos en 26.541. Si el mes pasado se realizó la 1ª "pancartada contra el paro" ante la sede de PSOE para exigir políticas públicas del Gobierno central a favor del empleo, este mes se ha realizado ante la sede del PP para reclamar políticas autonómicas y municipales, y para denunciar el papel de "Falsa oposición" de este partido, pues lo que está esperando no es sino profundizar aún más el neoliberalismo, causa real de esta crisis económica y de este desempleo masivo.

Durante la "Pancartada", el Secretario de Empleo del PCE-Salamanca José Sarrión Andaluz ha denunciado la "equivalencia" de la política económica del PP y del PSOE. "Los dos grandes partidfos de este país y esta ciudad se echan la culpa mutuamente para rentabilizar el sufrimiento de los ciudadanos e intentar ganar las siguientes elecciones, en lugar de abordar el problema principal: el modelo económico neoliberal que tanto el PP cmo el PSOE llevan aplicando en España desde 1982", ha manifestado.

"Mientras el PSOE baja los impuestos a las rentas más altas, el PP hace lo mismo en Salamanca subiendo subiendo las tasas municipales a las personas que necesitan de la Ayuda a Domicilio y la Comida a Domicilio para vivir dignamente y a los trabajadores y trabajadoras que utilizan el autobús. En este momento de desempleo masivo hace falta lo contrario: una reforma profunda de las tasas municipales, con criterios de progresividad fiscal encaminados a cumplir el principio de que cada ciudadano pague impuestos municipales en la medida de su capacidad económica. Esto permitiría sanear las arcas municipales sin tener que sangrar al ciudadano medio", ha explicado Sarrión.

Los comunistas salmantinos también han reclamado “desprivatizar” la gestión de servicios públicos que en este momento están privatizadas como por ejemplo los relacionados con la ayuda a domicilio o comida a domicilio, impulsar la economía salmantina promoviendo la creación de sociedades cooperativas y laborales, y el establecimiento de cláusulas sociales de calidad del empleo, en todas las empresas financiadas por el Plan E.

Publicamos el comunicado íntegro que se leyó en la "2ª Pancartada contra el paro" del PCE-Salamanca

Ante los 26.541 parados de Salamanca.

Nos encontramos en un momento clave para nuestro país y para Salamanca, consecuencia de la profunda crisis económica y social que sufrimos. Crisis que en estos momentos la están pagando casi en exclusiva todos aquellos y aquellas que viven de su salario, por medio del aumento del paro, la precariedad laboral, una política fiscal injusta y la privatización de los servicios públicos.

Esta realidad nos lleva a una encrucijada: optar por seguir las mismas políticas que nos han llevado a esta situación o construir entre todos y todas una alternativa a la crisis que tenga en cuenta los intereses de la mayoría de la sociedad, de las personas que viven de su trabajo.

El discurso oficial de la crisis parte de dos premisas. En primer lugar, se ha basado en no proponer una ruptura con el neoliberalismo, sino más bien, en defender su continuación y profundización, que se plasma en una coincidencia entre el Gobierno del PSOE y el PP en materia económica. En segundo lugar, el debate se realiza mediante expresiones pomposas y grandilocuentes (refundación del capitalismo, necesidad de reformas estructurales, plan de rescate, brotes verdes, etc), sin poner sobre la mesa el problema real: el del modelo económico de nuestra ciudad, comunidad y país.

Con ello se busca un doble objetivo: por un lado, no cuestionar la base del modelo económico español ni el poder de los sectores sociales que lo sustentan, para de esta forma frenar cualquier proyecto transformador de carácter socialista; y por otro, no asumir la responsabilidad política de la crisis por parte del PSOE y del PP, responsables últimos de la política económica de España desde 1982.

Sin consumo interno, sin capacidad exportadora, con todos los sectores productivos en manos privadas y con un estado débil, el modelo económico español acude a la única herramienta de ajuste posible bajo estos presupuestos: el despido masivo; cuyo único objetivo es abaratar aún más los costes laborales, y perpetuar de esta forma el modelo y a aquellos que lo sostienen. Ajuste laboral que hace que España destruya más puestos de trabajo que el resto de los países de la UE juntos.

El modelo económico español, y especialmente el de Salamanca, se basa, en lo económico, en un predominio del comercio, la hostelería, el turismo y la construcción. Todo el mundo lo sabe y lo dice: el problema de Salamanca es que no hay industria. Por eso los jóvenes salmantinos tenemos que abandonar nuestra tierra: en abril se supo que, si antes de la crisis 8 salmantinos abandonaban Salamanca diariamente, en la actualidad lo están haciendo 30 cada día.

En lo laboral, es un modelo basado en la precariedad de los contratos. El mes pasado, el 88% de los contratos firmados fueron temporales.

En lo fiscal, es un modelo favorecedor de las grandes fortunas, por medio de una política de rebaja clasista de impuestos como el IRPF, el impuesto de patrimonio o el de sucesiones, mientras se suben los impuestos que pagan todos los asalariados, como el IVA. En Salamanca, el PP hace el juego a esta política al subir los impuestos a las personas que necesitan de la Ayuda a Domicilio y la Comida a Domicilio para vivir dignamente y a los trabajadores y trabajadoras que utilizan el autobús. Éstas son las iniciativas de un Ayuntamiento de Salamanca que sigue castigando fiscalmente a las personas con menos recursos y que están entrando en las filas del paro, mes tras mes, en nuestra provincia.

Y en lo medio ambiental, es un modelo depredador que sitúa la ganancia de unos pocos por encima de todo, como demuestra el desprecio por medios de transporte baratos y ecológicos como el tren, la futura central térmica de Ledesma o la proliferación de antenas de telefonía ilegales, que ponen en riesgo la salud de los niños de Salamanca, sin que el Ayuntamiento intervenga.

En definitiva, la crisis económica la pagamos las y los trabajadores, los salmantinos y las salmantinas. Hace un mes realizamos nuestra primera “pancartada contra el paro” ante la sede del PSOE, partido en el gobierno, que ha decidido regalar 250.000 millones de euros a la banca mientras da una mera limosna a los desempleados sin recursos. Entonces reclamábamos la creación de un nuevo sistema productivo, pasando por la devolución de las ayudas de la banca a las arcas públicas, elevar los impuestos a las rentas más altas en lugar de subir el IVA y reactivar el Impuesto de Patrimonio. Con estos beneficios, es posible activar un sistema de prestaciones por desempleo no inferior al Salario Mínimo (600 €) por miembro de la unidad familiar, y crear una banca pública para activar la economía, invirtiendo en sectores estratégicos con criterios democráticos y de reparto de la riqueza.

Hoy realizamos nuestra segunda acción de protesta ante la sede del Partido Popular, gobernante de nuestra ciudad y comunidad autónoma. Venimos aquí a denunciar la indolencia de este partido político, que mira para otro lado mientras los salmantinos somos condenados al paro masivo y a la emigración. En lugar de realizar una intervención pública a favor el desempleo, el PP se dedica a profundizar la injusticia, subiendo las tasas municipales que afectan tanto a ricos como a pobres. El Partido Popular de Salamanca, y el de Castilla y León, no contemplan medidas por el empleo, por el contrario permanecen inactivos ante el sufrimiento ciudadano, y se dedican a rentabilizar políticamente el sufrimiento de los ciudadanos, culpando a su adversario político y no al modelo económico compartido por el PSOE y el PP: el neoliberalismo.

El Partido Comunista de Salamanca (PCE) considera que, ante el desempleo masivo de nuestra ciudad, es el momento de hacer una reforma profunda de las tasas municipales, con criterios de progresividad fiscal encaminados a cumplir el principio de que cada ciudadano pague impuestos municipales en la medida de su capacidad económica. Esto permitiría sanear las arcas municipales sin tener que sangrar al ciudadano medio.

En segundo lugar, “desprivatizar” la gestión de servicios públicos que en este momento están privatizadas como por ejemplo los relacionados con la ayuda a domicilio o comida a domicilio.

En tercer lugar, creemos que es necesario impulsar la economía salmantina promoviendo la creación de sociedades cooperativas y laborales, y creando residencias y centros de día para personas dependientes, así como incrementando guarderías infantiles de 0 a 3 años de gestión pública.

En cuarto lugar, el establecimiento de cláusulas sociales de calidad del empleo, en todos los contratos que se concierten con empresas que trabajen para Ayuntamiento y Diputación, incluyendo todas las empresas financiadas por el Plan E (ningún contrato precario, contratación de colectivos desfavorecidos, cumplimiento de normativa en salud laboral y en materia salarial, etc.).

El Partido Comunista de Salamanca y la Juventud Comunista de Salamanca defendemos estas medidas, que no son utópicas ni radicales, sino de sentido común, de defensa de los intereses de la mayoría.

La descomposición del sistema productivo exige una profunda reflexión colectiva y una transformación social radical. No podemos continuar observando pasivamente la situación ni admitir como algo inevitable lo que está sucediendo; la crisis es propia del sistema capitalista, que se fundamenta en el reparto desigual de la riqueza, y como todas las crisis de este sistema no afecta a todos por igual, sino que supone ahondar la brecha entre los que se empobrecen y los que no sólo no se ven afectados sino que aumentan de forma escandalosa su enriquecimiento. La cada vez más brutal desigualdad en la distribución de la riqueza no es inevitable; el desarrollo científico y tecnológico garantiza la posibilidad de que todos los seres humanos puedan vivir de forma digna, siempre que la riqueza se distribuya de forma justa. Las crisis no son solamente períodos de dificultad para la mayoría, sino también momentos de cambios futuros: la salida de esta crisis puede ser la que quieren los adalides del capitalismo y del liberalismo más recalcitrante (pérdida de derechos de los trabajadores, reducciones salariales, aumento de beneficios empresariales y bancarios, degradación del trabajo), o por el contrario puede ser una oportunidad para sentar las bases de otro modelo económico, de una mejor distribución de la riqueza, de una garantía del derecho fundamental de todos a vivir dignamente, de valorar el trabajo frente a la especulación y de terminar con una economía especulativa en la que se confunde el valor con el precio. Es el momento de iniciar un gran debate social que defina nuestro futuro y en el que todos seamos protagonistas y partícipes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PSOE y PP.... la misma mierda es.