martes, 14 de abril de 2009

Manifiesto y actividades del PCE-Salamanca por la 3ª República

El Partido Comunista de Salamanca (PCE), junto a las Juventudes Comunistas (UJCE), convoca a una Concentración por la III República el próximo sábado 18, a las 20 h. en la Plaza del Corrillo. A continuación, ambas organizaciones celebrarán una fiesta de confraternización republicana en el Bar Zona Centro (C/ Varillas), a las 21 h.

Estamos aquí esencialmente por tres razones: porque rechazamos el actual régimen borbónico; porque de la Constitución de 1978 no se han desarrollado ninguno de sus capítulos sociales ni aquellos que tienen que ver con la redistribución de la riqueza; y porque lucharemos por la proclamación de la Tercera República.

España es el país de la Unión Europea con menor gasto social y en un momento como el actual, de una crisis estructural del capitalismo, las consecuencias las están padeciendo, con la pérdida de millones de puestos de trabajo, las personas que sólo pueden vivir de su salario. Este país tiene una enorme carencia de infraestructuras sociales y de servicios públicos que permitan alcanzar la conquista de unos derechos que se han convertido, con el paso de estas tres décadas de Constitución borbónica en papel mojado, como son el derecho al trabajo, a una vivienda o a unos servicios sociales y sanitarios públicos y de calidad. Peor aún es cómo quieren afrontar la solución a esta crisis que es cometiendo los mismos errores: con más liberalismo y más privatizaciones; aplicando directivas comunitarias que apuntan hacia la liberalización de los servicios públicos.

La Constitución de 1978 no proclama, por mucho que interesadamente se afanen algunos, un estado aconfesional. Si así fuera la Iglesia no sería financiada con los presupuestos del Estado, ni habría colegios concertados con esta institución, ni se impartiría religión en las escuelas y el culto formaría parte del ámbito personal e íntimo del creyente.

En una auténtica democracia es imposible la irresponsabilidad política, jurídica y penal de nadie y la Constitución borbónica, sin embargo, establece que el rey, Jefe del Estado, no tiene ninguna responsabilidad. Debemos impedir que así sea. Además de exigir que tenemos el derecho a conocer las cuentas, las inversiones y los negocios del Borbón y su prole.

Por otra parte, conviene un día como hoy, decir alto y claro que la democracia no la trajo el Borbón ni nadie de su familia. Muy al contrario, el padre de Juan Carlos se ofreció varias veces al dictador para luchar contra quienes defendían el régimen democrático republicano.

Muchas son las razones que hoy tenemos para ser republicanos y reivindicar la necesidad de una Tercera República española. Volverá la República de la mano de la generación de los nietos de republicanos que dieron lo mejor de sí mismos por un régimen más justo e igualitario. La traeremos porque estamos convencidos de que la etapa actual, dominada por la precariedad, la flexibilidad, el desempleo, la falta de vivienda, será denominada en los libros de historia, como el último periodo borbónico.

En medio de esta crisis del capital, se entrega a la Banca una cuarta parte de la riqueza de nuestro país mientras la población se empobrece; este régimen monárquico ampara a los ricos y a los poderosos y en él la Iglesia católica continúa ostentando un poder que nunca perdió, siendo financiada por todos y todas independientemente de cuáles sean nuestras creencias. Una Iglesia que sigue tan anclada en el pasado como sus hábitos.

España no podrá avanzar en derechos mientras siga arrastrando ese lastre feudal que es la monarquía y no podremos afrontar el siglo XXI si se sigue dejando influir y subvencionando a una iglesia para quien el término progreso es un concepto que no forma parte de su idioma.

Estamos aquí para reivindicar la necesidad de cambio de régimen, porque en la Tercera República que la mujer tenga pleno derecho a decidir sobre su propio cuerpo no será objeto de ningún discusión porque debates como el aborto serán simplemente una cosa a recordar de un período monárquico tan caduco como quien se manifiesta desde su más absoluta irracionalidad.

La Tercera República vendrá porque es inevitable su existencia aunque sólo sea por lo que supone de anacronismo una monarquía.

Se ha creado una Comisión que será quien decida sobre la pervivencia de algunos símbolos franquistas y desde ya decimos que Salamanca tiene que quedar limpia de los restos del franquismo. Exigimos que la Plaza Mayor, uno de los monumentos más hermosos del mundo, sea limpiada de restos de la dictadura y que el medallón del criminal y asesino dictador se retire inmediatamente aunque sólo sea por respeto a las víctimas del genocidio franquista.

Quienes apostamos por la Tercera República sabemos que ésta supondrá la conquista de los derechos sociales de los trabajadores, de una educación pública de calidad y de verdad laica donde la política educativa tenga como objetivo la formación técnica, cultural, profesional e intelectual y no la formación de mano de obra a la medida de las empresas como pretende el Tratado de Bolonia. Los republicanos y republicanas rechazamos la privatización de las Universidades y la puesta a disposición de las empresas de los planes de estudio. Reivindicamos la formación y la cultura frente al libre mercado. Porque decir no a Bolonia es decir sí a una educación pública cuyo objetivo es la formación de personas y no de mano de obra barata al servicio de las empresas privadas. Porque privatizar es mercantilizar derechos.

Decir NO a Bolonia es decir sí a la República.

Decir sí a la libre decisión de las mujeres, es decir sí a la Tercera República.

Decir sí a una sociedad más igualitaria es decir sí a la Tercera República.

Tenemos razones y tenemos razón a la hora de pedir un referéndum sobre el modelo de Estado. Porque nunca se le ha dado la palabra al pueblo para que se pronuncie sobre este asunto, porque se le ha vetado la posibilidad de decidir entre un modelo neoliberal, conservador y monárquico que genera pobreza, discriminación y desigualdad, frente a un modelo de Estado republicano que se fundamente en la igualdad, en la solidaridad y en el reparto de la riqueza.

Es necesaria ya una República de trabajadores y trabajadoras de toda clase donde los reyes, príncipes y princesas, nobles, duques y demás títulos nobiliarios formen parte de nuestros libros y nada más.

VIVA LA REPÚBLICA. VIVA EL 14 DE ABRIL. A POR LA TERCERA.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un orgullo ver que hay una formación política que se preocupa por la república en clave de proyecto de futuro, y no sólo en forma de nostalgia.

Gracias, compañeros del PCE.