Está en juego el puesto de trabajo de 1.300 personas.
La empresa ONO se plantea despedir al 30% de su plantilla en el tercer Expediente de Regulación de Empleo en menos de cuatro años. Si se confirmara la cifra de despedidos, en ese período, hubieran perdido su trabajo más de 4.000 trabajadores y trabajadoras. En Castilla y León, de llevarse a cabo el ERE, podrían ser despedidos aproximadamente la mitad de la plantilla, un total de 100 personas. En Salamanca el ERE afectaría también a la mitad de su plantilla, 10 trabajadores y trabajadoras y conllevaría el cierre de una unidad de trabajo en el Polígono de los Villares.
Tercer ERE en 4 años y más de 4.000 despidos en una empresa en expansión que sigue obteniendo beneficios.
Entre el Expediente que plantea en 2004 y el que le sucede en 2006 ONO compró la empresa Auna, es decir, al realizar una operación de compra de activos no sólo es una prueba más de que la empresa no está en en recesión sino más bien todo lo contrario, pretende expandir su capacidad y volumen de negocio. De hecho, las cuentas que presenta la empresa en el primer semestre de 2008 avalan el argumento de que no es necesario iniciar ningún ERE porque en este período ONO ha obtenido más de 20 millones de euros de beneficios netos.
Por tanto, estamos hablando de un Expediente de Regulación de Empleo que no contempla ninguna de las causas prevenidas en la normativa laboral: no es una empresa que esté en clara recesión económica, ni que se encuentre en medio de constantes déficits o pérdidas económicas. Todo lo contrario continúa obteniendo beneficios.
Otro argumento en contra del planteamiento del ERE tiene que ver con que las partes llegaron al acuerdo de no poder plantear un nuevo ERE hasta que hubieran transcurridos dos años desde la finalización del anterior, es decir, la representación de trabajadores y empresa, con el visto bueno de la Administración, acordaron que no se presentaría un nuevo expediente hasta el 4 de octubre de 2009.
Por tanto, el Ministerio de Trabajo debería impedir, de oficio, la tramitación de este nuevo expediente planteado por la empresa.
Planes de la empresa para el futuro y razones de fondo del ERE.
En términos empresariales ONO pretende rentabilizar su infraestructura lo que, sin eufemismos, se traduce como despedir a trabajadores en determinadas líneas de la empresa para que ese trabajo sea realizado por otras empresas que pagarán un canon por el uso de la línea de la que es titular ONO. En definitiva, la estrategia empresarial no es superar un período de resultados negativos en su balance económico –auténtica razón de ser un ERE- sino reducir costes para incrementar aún más sus beneficios.
Razones por las que no debe procederse a un nuevo Expediente de Regulación de Empleo
El PCE hace un llamamiento a la Administración para que intervenga y ampare la protección del empleo de los trabajadores a no ser despedidos.
- Primero, porque no hay razones ni causas objetivas en las que ampararse la empresa para proceder al despido.
- Segundo, porque es una empresa en crecimiento y con un volumen importante de beneficios económicos que no han dejado de producirse.
- Tercero, que se pactó la improcedencia de plantear un nuevo ERE, al menos en los dos años siguientes a la finalización de último. En este caso fue la Administración quien avaló aquél expediente y, por tanto, es la responsable de hacerlo cumplir.
El Gobierno, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca deben manifestar su oposición al despido de los trabajadores de ONO.
El papel de la Administración debería consistir en garantizar que los acuerdos a que se lleguen en este tipo de procedimientos se razonen de manera conveniente, es decir, quede objetivamente acreditada la mala situación económico-financiera de la empresa o, dicho de otro modo, que en sus balances se demuestre la persistencia de pérdidas o de un endeudamiento insostenible. Y, consecuentemente el Ministerio de Trabajo debería intervenir para evitar, a toda costa, que se recurra a los ERE como una medida puramente estratégica que se dirija a un mayor incremento de los beneficios.
Por su parte, la Junta de Castilla y León no puede permitir que en nuestra Comunidad se sigan planteando expedientes de regulación de empleo y sobre todo cuando la razón de los despidos no tiene nada que ver con desastres en la balanza económica de las empresas.
La Junta de Castilla y León debe ejercer su responsabilidad y evitar que nuestra Comunidad se sigan incrementando las cifras de desempleo y nos convirtamos en un territorio de personas emigrantes a otras Comunidades.
Por último todos los trabajadores y trabajadoras agradeceríamos que el Ayuntamiento de Salamanca, como máximo representante se pronunciara públicamente en apoyo de todas las personas que son despedidas.
El PCE apoya todas y cada una de las movilizaciones de la plantilla de ONO.
El PCE de Salamanca se solidariza con todas y cada una de sus justas reivindicaciones y apoya a los trabajadores y trabajadoras de ONO en sus movilizaciones, manifestaciones y huelgas porque no solamente tienen razón sino que es una cruel injusticia que una empresa quiera lucrarse a costa de que más de mil personas acaben engrosando las listas del desempleo.
La empresa ONO se plantea despedir al 30% de su plantilla en el tercer Expediente de Regulación de Empleo en menos de cuatro años. Si se confirmara la cifra de despedidos, en ese período, hubieran perdido su trabajo más de 4.000 trabajadores y trabajadoras. En Castilla y León, de llevarse a cabo el ERE, podrían ser despedidos aproximadamente la mitad de la plantilla, un total de 100 personas. En Salamanca el ERE afectaría también a la mitad de su plantilla, 10 trabajadores y trabajadoras y conllevaría el cierre de una unidad de trabajo en el Polígono de los Villares.Tercer ERE en 4 años y más de 4.000 despidos en una empresa en expansión que sigue obteniendo beneficios.
Entre el Expediente que plantea en 2004 y el que le sucede en 2006 ONO compró la empresa Auna, es decir, al realizar una operación de compra de activos no sólo es una prueba más de que la empresa no está en en recesión sino más bien todo lo contrario, pretende expandir su capacidad y volumen de negocio. De hecho, las cuentas que presenta la empresa en el primer semestre de 2008 avalan el argumento de que no es necesario iniciar ningún ERE porque en este período ONO ha obtenido más de 20 millones de euros de beneficios netos.
Por tanto, estamos hablando de un Expediente de Regulación de Empleo que no contempla ninguna de las causas prevenidas en la normativa laboral: no es una empresa que esté en clara recesión económica, ni que se encuentre en medio de constantes déficits o pérdidas económicas. Todo lo contrario continúa obteniendo beneficios.
Otro argumento en contra del planteamiento del ERE tiene que ver con que las partes llegaron al acuerdo de no poder plantear un nuevo ERE hasta que hubieran transcurridos dos años desde la finalización del anterior, es decir, la representación de trabajadores y empresa, con el visto bueno de la Administración, acordaron que no se presentaría un nuevo expediente hasta el 4 de octubre de 2009.
Por tanto, el Ministerio de Trabajo debería impedir, de oficio, la tramitación de este nuevo expediente planteado por la empresa.
Planes de la empresa para el futuro y razones de fondo del ERE.
En términos empresariales ONO pretende rentabilizar su infraestructura lo que, sin eufemismos, se traduce como despedir a trabajadores en determinadas líneas de la empresa para que ese trabajo sea realizado por otras empresas que pagarán un canon por el uso de la línea de la que es titular ONO. En definitiva, la estrategia empresarial no es superar un período de resultados negativos en su balance económico –auténtica razón de ser un ERE- sino reducir costes para incrementar aún más sus beneficios.
Razones por las que no debe procederse a un nuevo Expediente de Regulación de Empleo
El PCE hace un llamamiento a la Administración para que intervenga y ampare la protección del empleo de los trabajadores a no ser despedidos.
- Primero, porque no hay razones ni causas objetivas en las que ampararse la empresa para proceder al despido.
- Segundo, porque es una empresa en crecimiento y con un volumen importante de beneficios económicos que no han dejado de producirse.
- Tercero, que se pactó la improcedencia de plantear un nuevo ERE, al menos en los dos años siguientes a la finalización de último. En este caso fue la Administración quien avaló aquél expediente y, por tanto, es la responsable de hacerlo cumplir.
El Gobierno, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca deben manifestar su oposición al despido de los trabajadores de ONO.
El papel de la Administración debería consistir en garantizar que los acuerdos a que se lleguen en este tipo de procedimientos se razonen de manera conveniente, es decir, quede objetivamente acreditada la mala situación económico-financiera de la empresa o, dicho de otro modo, que en sus balances se demuestre la persistencia de pérdidas o de un endeudamiento insostenible. Y, consecuentemente el Ministerio de Trabajo debería intervenir para evitar, a toda costa, que se recurra a los ERE como una medida puramente estratégica que se dirija a un mayor incremento de los beneficios.
Por su parte, la Junta de Castilla y León no puede permitir que en nuestra Comunidad se sigan planteando expedientes de regulación de empleo y sobre todo cuando la razón de los despidos no tiene nada que ver con desastres en la balanza económica de las empresas.
La Junta de Castilla y León debe ejercer su responsabilidad y evitar que nuestra Comunidad se sigan incrementando las cifras de desempleo y nos convirtamos en un territorio de personas emigrantes a otras Comunidades.
Por último todos los trabajadores y trabajadoras agradeceríamos que el Ayuntamiento de Salamanca, como máximo representante se pronunciara públicamente en apoyo de todas las personas que son despedidas.
El PCE apoya todas y cada una de las movilizaciones de la plantilla de ONO.
El PCE de Salamanca se solidariza con todas y cada una de sus justas reivindicaciones y apoya a los trabajadores y trabajadoras de ONO en sus movilizaciones, manifestaciones y huelgas porque no solamente tienen razón sino que es una cruel injusticia que una empresa quiera lucrarse a costa de que más de mil personas acaben engrosando las listas del desempleo.
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