viernes, 18 de enero de 2008

EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA Y LA JUVENTUD COMUNISTA CONMEMORAN EN SALAMANCA EL 31 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL SALAMANTINO SERAFÍN HOLGADO.

Cuando el salamantino Serafín Holgado se incorpora al despacho de abogados de Atocha, a finales de 1976, contaba 27 años y aún le quedaban algunas asignaturas de Derecho para acabar la carrera. Su incorporación al despacho tenía una doble motivación. Una de carácter profesional; convertir en práctica toda la teoría jurídica que había conocido en la carrera. Y otra de carácter político, participar de uno de los instrumentos fundamentales del PCE en la lucha contra la dictadura; los despachos de abogados del PCE y de Comisiones Obreras (ambas organizaciones en aquellos momentos ilegales).

Junto con los abogados Luis Javier Benavides (27 años), Javier Sauquillo (26 años) y Enrique Valdelvira (34 años) y el administrativo del despacho Ángel Rodríguez Leal (29 años); Serafín Holgado fue asesinado por los fascistas componentes del “Comando Hugo Sosa” de la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A). Los terroristas dejaron gravemente heridos a otros cuatro militantes del PCE, los abogados Luis Ramos, Miguel Ángel Sarabia, Alejandro Ruiz-Huerta y María Dolores González, la cual estaba embarazada y como consecuencia de la heridas sufridas perdió al bebe.


El objetivo principal de los asesinos era el dirigente comunista Joaquín Navarro, sindicalista del sector del Transporte y principal promotor de la huelga de transporte que en aquellos días paralizaba Madrid enfrentándose a los intereses del sindicato vertical. Afortunadamente Joaquín Navarro no se encontraba en el despacho de Atocha a las 22:45 minutos del 24 de enero de 1997, cuando el comando de asesinos entró en el despacho. Había estado en Atocha toda la tarde organizando la huelga del transporte y se había ido del despacho hora y media antes del asalto de los asesinos.

Los despachos de abogados laboralistas que el PCE promueve a partir de mediados de 1966, tenían inicialmente como finalidad asesorar y asistir jurídicamente a los trabajadores en todas las materias vinculadas al Derecho del Trabajo. Sin embargo esa labor se amplió pronto para dar asistencia al incipiente movimiento ciudadano que surgía en el país. Los abogados laboralistas se convirtieron así también en abogados de barrio, asesorando a las incipientes asociaciones de vecinos. Cuando se produjo el asesinato de los abogados, estos se encontraban en una reunión de coordinación de movimiento vecinal.

El trabajo en estos despachos era colectivo en el sentido más amplio de la palabra. Los casos se repartían en grupos de dos o tres abogados, que se encargaban conjuntamente de llevar cada expediente. Como consecuencia de ello todos los componentes del despacho (administrativos, abogados, etc.) cobraban lo mismo y todos, en igualdad de condiciones y democráticamente tomaban las decisiones. Los ingresos provenían fruto del trabajo. No cobraban por asesorar, ni por consulta, ni por juicio perdido. Solo se cobraba un porcentaje sobre el resultado económico del juicio, cuando este era favorable al trabajador.
Eran gente muy especial. Gente muy joven que, en su mayoría pertenecían a familias de clase media, algunos con ilustres apellidos, que podían haber optado por una vida mucho mas tranquila y mas compensada económicamente. En cambio, las ansias de libertad les condujo a militar en el Partido Comunista de España y en CCOO y a desarrollar un papel que fue fundamental en el proceso de liquidación de la dictadura.

A pesar de las intenciones de la ultraderecha, que pretendían provocar la reacción, contra más violenta mejor, de la izquierda de este país ante el asesinato de los abogados, la consigna del PCE fue clara y contundente: mantener una absoluta tranquilidad. Así el 26 de Enero de 1977 se celebró por las calles de Madrid un multitudinario entierro. Cientos de miles de personas despidieron a los abogados asesinados, transmitiendo su solidaridad y volviendo a clamar por la libertad. Pero ese clamor no se dijo con palabras. La consigna era el silencio. Ni gritos ni lamentos en voz alta, ni voces de poyo al partido, ni a los sindicatos, ni a nada de nada. Fue una manifestación impresionantemente silenciosa y serena.

La situación se repitió al día siguiente (27 de Enero) en Salamanca cuando miles de salmantinos llevaron en hombros el féretro con el cuerpo de Serafín Holgado desde la Catedral Vieja hasta el cementerio de Salamanca. La noche anterior el cuerpo de Serafín fue velado en el antiguo edificio de la Facultad de Derecho (Fonseca).

Desde aquella fecha, año tras año, el domingo mas cercano al aniversario de los asesinatos, representantes de la izquierda política y sindical de Salamanca, convocados por Comisiones Obreras y con el apoyo del Partido Comunista de España y la Juventud Comunista (las tres organizaciones en las que militaba Serafín Holgado) se reúnen ante la tumba de Serafín Holgado, en el cementerio de Salamanca, para rendir un homenaje a un luchador salamantino de la libertad y la justicia.

Por desgracia ese reconocimiento social a la figura y al trabajo desplegado por Serafín Holgado, no ha sido secundado por el Ayuntamiento de Salamanca el cual ha demostrado su desprecio por este salamantino que dio su vida por lograr la democracia en este país. El Ayuntamiento y su Alcalde Julián Lanzarote, durante años, ha desoído las peticiones de Comisiones Obreras y del PCE de que se pusiese su nombre a la calle donde está la sede del sindicato (Hoy Calle Arco de la Lapa). Por el contrario el Ayuntamiento, solo el año pasado (2007) coincidiendo con el treinta aniversario de la matanza de Atocha, puso el nombre de Serafín Holgado a una calle de Pizarrales (Zona Teso de los Cañones) en la cual no hay ni un portal, colocando en la misma una placa donde no se explica quien fue Serafín Holgado ni los ideales por lo que le arrebataron su joven vida. Parece que una vez mas el Ayuntamiento de Salamanca, con su Alcalde a la cabeza, prefiere relegar a Serafín y su memoria al ostracismo. Por el contrario, las organizaciones progresistas de esta ciudad seguiremos reivindicando a Serafín Holgado como un luchador por la Democracia y un ser humano generoso, combativo y sensible con los más desfavorecidos.

Salamanca 16 de enero de 2.008

Comité Provincial del PCE-PCCL Salamanca








5 comentarios:

Anónimo dijo...

La mejor manera de honrar a Serafín Holgado es seguir luchando desde la izquierda por la justicia social.

Anónimo dijo...

La mejor manera de honrar a Serafín Holgado es seguir luchando desde la izquierda por la justicia social.

David Martín dijo...

Me alegra ver que, pese a los malos tiempos que corren, el PCE sigue peleando y dándose a conocer a través de la Red. Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Compañero Serafín Holgado ¡¡Presente!!

Anónimo dijo...

Esta tarde nos vemos en el acto de Derecho.

Gracias por organizar actos de este tipo, es de justicia.