Junto con los abogados Luis Javier Benavides (27 años), Javier Sauquillo (26 años) y Enrique Valdelvira (34 años) y el administrativo del despacho Ángel Rodríguez Leal (29 años); Serafín Holgado fue asesinado por los fascistas componentes del “Comando Hugo Sosa” de
El objetivo principal de los asesinos era el dirigente comunista Joaquín Navarro, sindicalista del sector del Transporte y principal promotor de la huelga de transporte que en aquellos días paralizaba Madrid enfrentándose a los intereses del sindicato vertical. Afortunadamente Joaquín Navarro no se encontraba en el despacho de Atocha a las 22:45 minutos del 24 de enero de 1997, cuando el comando de asesinos entró en el despacho. Había estado en Atocha toda la tarde organizando la huelga del transporte y se había ido del despacho hora y media antes del asalto de los asesinos.
Los despachos de abogados laboralistas que el PCE promueve a partir de mediados de 1966, tenían inicialmente como finalidad asesorar y asistir jurídicamente a los trabajadores en todas las materias vinculadas al Derecho del Trabajo. Sin embargo esa labor se amplió pronto para dar asistencia al incipiente movimiento ciudadano que surgía en el país. Los abogados laboralistas se convirtieron así también en abogados de barrio, asesorando a las incipientes asociaciones de vecinos. Cuando se produjo el asesinato de los abogados, estos se encontraban en una reunión de coordinación de movimiento vecinal.
El trabajo en estos despachos era colectivo en el sentido más amplio de la palabra. Los casos se repartían en grupos de dos o tres abogados, que se encargaban conjuntamente de llevar cada expediente. Como consecuencia de ello todos los componentes del despacho (administrativos, abogados, etc.) cobraban lo mismo y todos, en igualdad de condiciones y democráticamente tomaban las decisiones. Los ingresos provenían fruto del trabajo. No cobraban por asesorar, ni por consulta, ni por juicio perdido. Solo se cobraba un porcentaje sobre el resultado económico del juicio, cuando este era favorable al trabajador.
Eran gente muy especial. Gente muy joven que, en su mayoría pertenecían a familias de clase media, algunos con ilustres apellidos, que podían haber optado por una vida mucho mas tranquila y mas compensada económicamente. En cambio, las ansias de libertad les condujo a militar en el Partido Comunista de España y en CCOO y a desarrollar un papel que fue fundamental en el proceso de liquidación de la dictadura.
A pesar de las intenciones de la ultraderecha, que pretendían provocar la reacción, contra más violenta mejor, de la izquierda de este país ante el asesinato de los abogados, la consigna del PCE fue clara y contundente: mantener una absoluta tranquilidad. Así el 26 de Enero de 1977 se celebró por las calles de Madrid un multitudinario entierro. Cientos de miles de personas despidieron a los abogados asesinados, transmitiendo su solidaridad y volviendo a clamar por la libertad. Pero ese clamor no se dijo con palabras. La consigna era el silencio. Ni gritos ni lamentos en voz alta, ni voces de poyo al partido, ni a los sindicatos, ni a nada de nada. Fue una manifestación impresionantemente silenciosa y serena.
La situación se repitió al día siguiente (27 de Enero) en Salamanca cuando miles de salmantinos llevaron en hombros el féretro con el cuerpo de Serafín Holgado desde
Desde aquella fecha, año tras año, el domingo mas cercano al aniversario de los asesinatos, representantes de la izquierda política y sindical de Salamanca, convocados por Comisiones Obreras y con el apoyo del Partido Comunista de España y
Por desgracia ese reconocimiento social a la figura y al trabajo desplegado por Serafín Holgado, no ha sido secundado por el Ayuntamiento de Salamanca el cual ha demostrado su desprecio por este salamantino que dio su vida por lograr la democracia en este país. El Ayuntamiento y su Alcalde Julián Lanzarote, durante años, ha desoído las peticiones de Comisiones Obreras y del PCE de que se pusiese su nombre a la calle donde está la sede del sindicato (Hoy Calle Arco de
Salamanca 16 de enero de 2.008
Comité Provincial del PCE-PCCL Salamanca
5 comentarios:
La mejor manera de honrar a Serafín Holgado es seguir luchando desde la izquierda por la justicia social.
La mejor manera de honrar a Serafín Holgado es seguir luchando desde la izquierda por la justicia social.
Me alegra ver que, pese a los malos tiempos que corren, el PCE sigue peleando y dándose a conocer a través de la Red. Un abrazo a todos.
Compañero Serafín Holgado ¡¡Presente!!
Esta tarde nos vemos en el acto de Derecho.
Gracias por organizar actos de este tipo, es de justicia.
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