Como era de esperar los últimos datos
hechos públicos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, no
han echo más que constatar las sucesivas denuncias que la agrupación
del partido comunista de Salamanca viene reiterando sobre el
verdadero carácter de la reforma laboral, puesta en marcha por el
gobierno del partido popular.
Con un total de 35.395
desempleados, las cifras del paro cierran este mes de Septiembre con
un aumento de 1283 parados, un 2,55% más con respecto al mes de
Agosto,que engrosan las listas del paro, 856 desempleados más que
hace un año.
En
términos interanuales, el paro se incrementó un 3,92 por ciento en
Castilla y León en septiembre respecto al mismo mes del año pasado,
hasta llegar a las 233.799 personas.
Es
el sector servicios sobre el que recae la mayor cifra de parados.
Acusando
el mayor aumento, como era de esperar al término de la temporada
turística, con 1236 personas más en situación de desempleo.
El
sector servicios representa las dos terceras partes del total de
desempleados, con 22.560, cuatro veces más que la construcción, con
4.912 parados.
Caracterizado
por la temporalidad y la contratación indefinida, ha sido una de las
puntas de lanza de la reforma laboral, que lo único que buscaba era
generar empleo inestable y precario, en definitiva “ pan para hoy
hambre para mañana”.
En
el resto de sectores desciende muy levemente la cifra de parados,
contando con 54 parados menos en Industria,6 menos en construcción y
55 menos en agricultura.
Es
ahora, al término de la temporada turística, cuando empezaremos a
ver realmente los efectos de la nefasta reforma laboral implantada
por un gobierno, que no busca mejorar las condiciones del mercado
laboral y con ello generar empleo de calidad, lejos de todo lo que
prometió, asistimos a un verdadero desmantelamiento del estado
social.
Para
el PCE de Salamanca es incomprensible que el gobierno siga
defendiendo los recortes en los derechos de los trabajadores mediante
una reforma laboral que lo único que persigue es la vía libre para
el despido y deja un espeluznante escenario laboral donde los únicos
perdedores son los trabajadores.
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