Las medidas
aprobadas por el consejo de ministros del pasado 26 de agosto, son
una agresión contra los derechos de los/as trabajadores/as, y sobre
todo contra la clase obrera joven. Por supuesto no servirán para
sacarnos de la crisis en la que nos han metido el capital y sus
títeres del gobierno. El parlamento español ratifico el decreto le
sobre medidas urgentes para la promoción del empleo de los/as
jóvenes y la estabilidad en el empleo, que paradójicamente
favorecerá la precariedad y la temporalidad en el mundo laboral. De
entrada es la reflexión que sacamos desde el grupo de empleo del
Partido Comunista en Salamanca.
El gobierno del Estado sigue sin abordar rigurosamente la problemática del empleo y más en concreto la del desempleo juvenil. Con medidas como la suspensión de la regla de encadenamiento de los contratos y las nuevas modalidades contractuales de formación y aprendizaje, lo único que se conseguirá será una mayor temporalidad y que la precariedad sea la tónica habitual en el mercado laboral joven.
La
suspensión de la regla de encadenamiento en los contratos, habilita
de forma nítida la rotación y la temporalidad en las relaciones
laborales, convirtiendo esta situación precaria en una normalidad
peligrosa para los//as trabajadores/as jóvenes. Lógicamente la
supresión de los límites al encadenamiento de contratos cercenará
la contratación indefinida, esto acarreará problemas de
incertidumbre e imposibilidad de emancipación para los/as jóvenes
trabajadores/as, además de una total indefensión e imposibilidad de
planificación de su vida dentro de unos parámetros medianamente
dignos.
Por otra
parte el nuevo contrato de formación tampoco va a favorecer el
empleo en la población juvenil y mucho menos la necesaria formación
de los/as jóvenes proletarios/as. Ampliando la edad hasta los 33
años en esta modalidad de contrato y subiendo hasta 3 años la
duración del mismo, con retribuciones proporcionadas al tiempo de
trabajo reflejado en el contrato de trabajo, que luego en la práctica
efectiva son al 100% de la jornada laboral, encima calculadas sobre
la cuantía del salario mínimo interprofesional, el gobierno de la
nación condena la clase obrera joven a la más absoluta precariedad
laboral, guillotinando los objetivos de emancipación de la población
juvenil.
A mayores de
todo este oscuro panorama, las bonificaciones establecidas para el
nuevo contrato de formación no pretenden objetivos de conversión en
contratación indefinida, más al contrario lo que están facilitando
es el abaratamiento de costes a la clase empresarial, es decir “la
cabra sigue tirando al monte”. Legalizan de ipso el fraude de ley
en la contratación, desde luego esta modalidad contractual no va a
crear más empleo, solamente va a servir para precarizar las
condiciones de trabajo, siendo la clase trabajadora más vulnerable
la que padezca por enésima vez la crisis que nunca a provocado. Es
por ello que desde el Partido Comunista en Salamanca condenamos estas
medidas laborales y consideramos que estas prácticas debilitan los
derechos de los/as trabajadores/as que lo único que consiguen es
ahondar en un modelo económico fracasado.
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