El modelo económico actual basado en el capitalismo salvaje ha fracasado. Se ha demostrado que era social y ecológicamente insostenible, pero aún así han intentado mantenerlo creando burbujas bursátiles e inmobiliarias hasta que han explotado.
Ahora estamos pagando las consecuencias de ese capitalismo salvaje que, lejos de reconocer sus errores y pasar a un modelo basado en el consumo responsable, justo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, pretende seguir aumentando sus grandes fortunas recortando nuestros derechos, salarios, prestaciones sociales e intentando que trabajemos más horas y años por menos dinero. Y no podemos seguir permitiendo su doble rasero:
• Mientras nos piden esfuerzos económicos con mayores impuestos y recortes salariales, sus grandes fortunas siguen aumentando escandalosamente. (Los directivos y consejeros del IBEX 35 tienen un salario medio de 1 millón de euros).
• Los mismos que piden facilitar y abaratar más el despido, se blindan los contratos percibiendo indemnizaciones millonarias.
• Recortan derechos sociales, pretenden retrasar la edad de jubilación, suben los impuestos que afectan a la mayoría de los ciudadanos (IRPF, IVA), pero no toman ninguna medida para que los causantes de esta crisis colaboren en su resolución: regulando las SICAV, estableciendo una tasa a las transacciones internacionales, grabando fiscalmente la huella de CO2 en los productos o simplemente haciendo de verdad que pague más, el que más tiene.
• Además, junto a la crisis social, el sistema económico está teniendo consecuencias nefastas para nuestro medio ambiente: el "tsunami" urbanizador, los cultivos transgénicos, el exagerado número de autovías, un parque automovilístico en expansión continua o consumo energético intensivo. Todo ello implica el incumplimiento del Protocolo de Kioto y el deterioro irremisible de bienes escasos. Necesitamos reducir nuestro consumo de materia y energía para acoplarlos, con criterios de justicia social y sostenibilidad ambiental, a los recursos existentes. Sin hipotecar el futuro del planeta y las próximas generaciones.
• Por estos entre otros muchos motivos, con la Huelga de Consumo, los abajo firmantes pretendemos exigir los gobernantes un cambio en sus políticas. Los grandes bancos, multinacionales y especuladores que ocasionaron la crisis del mercado financiero mundial y que recibieron ayudas de decenas de miles de millones de los contribuyentes, están ahora presionando a los gobiernos para retrasar la edad de jubilación, para privatizar la sanidad pública, quieren recortar más derechos sociales y laborales, seguir reduciendo nuestro poder adquisitivo rebajando o congelando aún más salarios y pensiones…, y es necesario pararles.
Con esta medida no se pretende perjudicar al pequeño comercio o autónomos, que están pagando también la crisis que bancos, multinacionales y especuladores han provocado. El pequeño comercio y autónomos pueden y deben apoyar esta huelga sin coste alguno, desplazando su día de descanso semanal al 21 de diciembre, evitando las posibles consecuencias negativas de ese día.
Contra la Reforma Laboral y el recorte de las pensiones, por el mantenimiento del poder adquisitivo para asalariados y pensionistas, por unas políticas sostenibles, sociales, justas y ecológicas que creen empleo de calidad y fomenten el reparto de la riqueza y del trabajo.
El 21 de diciembre no adquieras ningún tipo de bien, producto o servicio
Ahora estamos pagando las consecuencias de ese capitalismo salvaje que, lejos de reconocer sus errores y pasar a un modelo basado en el consumo responsable, justo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, pretende seguir aumentando sus grandes fortunas recortando nuestros derechos, salarios, prestaciones sociales e intentando que trabajemos más horas y años por menos dinero. Y no podemos seguir permitiendo su doble rasero:
• Mientras nos piden esfuerzos económicos con mayores impuestos y recortes salariales, sus grandes fortunas siguen aumentando escandalosamente. (Los directivos y consejeros del IBEX 35 tienen un salario medio de 1 millón de euros).
• Los mismos que piden facilitar y abaratar más el despido, se blindan los contratos percibiendo indemnizaciones millonarias.
• Recortan derechos sociales, pretenden retrasar la edad de jubilación, suben los impuestos que afectan a la mayoría de los ciudadanos (IRPF, IVA), pero no toman ninguna medida para que los causantes de esta crisis colaboren en su resolución: regulando las SICAV, estableciendo una tasa a las transacciones internacionales, grabando fiscalmente la huella de CO2 en los productos o simplemente haciendo de verdad que pague más, el que más tiene.
• Además, junto a la crisis social, el sistema económico está teniendo consecuencias nefastas para nuestro medio ambiente: el "tsunami" urbanizador, los cultivos transgénicos, el exagerado número de autovías, un parque automovilístico en expansión continua o consumo energético intensivo. Todo ello implica el incumplimiento del Protocolo de Kioto y el deterioro irremisible de bienes escasos. Necesitamos reducir nuestro consumo de materia y energía para acoplarlos, con criterios de justicia social y sostenibilidad ambiental, a los recursos existentes. Sin hipotecar el futuro del planeta y las próximas generaciones.
• Por estos entre otros muchos motivos, con la Huelga de Consumo, los abajo firmantes pretendemos exigir los gobernantes un cambio en sus políticas. Los grandes bancos, multinacionales y especuladores que ocasionaron la crisis del mercado financiero mundial y que recibieron ayudas de decenas de miles de millones de los contribuyentes, están ahora presionando a los gobiernos para retrasar la edad de jubilación, para privatizar la sanidad pública, quieren recortar más derechos sociales y laborales, seguir reduciendo nuestro poder adquisitivo rebajando o congelando aún más salarios y pensiones…, y es necesario pararles.
Con esta medida no se pretende perjudicar al pequeño comercio o autónomos, que están pagando también la crisis que bancos, multinacionales y especuladores han provocado. El pequeño comercio y autónomos pueden y deben apoyar esta huelga sin coste alguno, desplazando su día de descanso semanal al 21 de diciembre, evitando las posibles consecuencias negativas de ese día.
Contra la Reforma Laboral y el recorte de las pensiones, por el mantenimiento del poder adquisitivo para asalariados y pensionistas, por unas políticas sostenibles, sociales, justas y ecológicas que creen empleo de calidad y fomenten el reparto de la riqueza y del trabajo.
El 21 de diciembre no adquieras ningún tipo de bien, producto o servicio
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