El Pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado esta mañana unas ordenanzas fiscales que benefician a los empresarios de la ciudad y perjudican sobre todo a los trabajadores y las trabajadoras a quienes se les sube considerablemente el precio público del autobús y del agua.
El autobús ha reducido considerablemente los servicios que presta al ampliarse las frecuencias y reducirse el número de autobuses los fines de semana, así como no adaptarse, tal y como denunció el PCE y reconoció el Procurador del Común, su servicio a las personas con discapacidad sensorial.
El PCE presentó 25 alegaciones a ocho ordenanzas fiscales en las que planteaba que las personas que tuvieran ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional estuvieran exentos de los servicios públicos y que pagaran más impuestos, tasas y precios públicos municipales quienes tuvieran una mayor capacidad económica. En estas alegaciones el PCE proponía dotar de mayor progresividad las ordenazas fiscales del Ayuntamiento.
El rodillo del PP, como siempre, ha impedido que se discutan las diferentes propuestas presentadas por el PCE, varios colectivos así como de personas individuales, despreciando cualquier iniciativa distinta a la del propio Partido Popular.
Para el PCE de Salamanca, como planteaba en sus alegaciones todos no pueden pagar lo mismo por acceder a servicios públicos. Quien más tenga tiene que aportar más a las arcas municipales y quien menos tenga, especialmente en situaciones como la actual en que son los trabajadores y las trabajadoras quienes están sufriendo las peores consecuencias de esta crisis.
Para el PCE tanto el PSOE como el PP han dado esta mañana una imagen patética al “echarse los trastos” el uno al otro. Es una pena la imagen de ambas fuerzas políticas que, en vez de poner el énfasis en cómo solucionar los problemas de los salmantinos, se enfrascan en enfrentamientos absolutamente estériles para la mayoría.
El autobús ha reducido considerablemente los servicios que presta al ampliarse las frecuencias y reducirse el número de autobuses los fines de semana, así como no adaptarse, tal y como denunció el PCE y reconoció el Procurador del Común, su servicio a las personas con discapacidad sensorial.
El PCE presentó 25 alegaciones a ocho ordenanzas fiscales en las que planteaba que las personas que tuvieran ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional estuvieran exentos de los servicios públicos y que pagaran más impuestos, tasas y precios públicos municipales quienes tuvieran una mayor capacidad económica. En estas alegaciones el PCE proponía dotar de mayor progresividad las ordenazas fiscales del Ayuntamiento.
El rodillo del PP, como siempre, ha impedido que se discutan las diferentes propuestas presentadas por el PCE, varios colectivos así como de personas individuales, despreciando cualquier iniciativa distinta a la del propio Partido Popular.
Para el PCE de Salamanca, como planteaba en sus alegaciones todos no pueden pagar lo mismo por acceder a servicios públicos. Quien más tenga tiene que aportar más a las arcas municipales y quien menos tenga, especialmente en situaciones como la actual en que son los trabajadores y las trabajadoras quienes están sufriendo las peores consecuencias de esta crisis.
Para el PCE tanto el PSOE como el PP han dado esta mañana una imagen patética al “echarse los trastos” el uno al otro. Es una pena la imagen de ambas fuerzas políticas que, en vez de poner el énfasis en cómo solucionar los problemas de los salmantinos, se enfrascan en enfrentamientos absolutamente estériles para la mayoría.
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