Como cada primer sábado de mes, militantes del PCE y la Juventud Comunista han desplegado una pancarta de quince metros con las cifras de parados en la provincia, 31.118 , y el lema “PP y PSOE culpables”.
En esta ocasión, hemos centrado nuestra protesta en las medidas acometidas recientemente por el ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero, referentes a los recortes salariales a los empleados públicos y a los pensionistas.
Unas medidas que constituyen una agresión a la negociación colectiva, además de una vulneración de lo acordado en el Pacto de Toledo. El Gobierno menoscaba la capacidad de negociación y diálogo de los empleados públicos al imponerles por decreto una reducción de sus percepciones económicas. Dicha reducción está argumentada en la imagen de los trabajadores privilegiados que, mediáticamente, se ha creado en torno a este colectivo. El Gobierno sólo se centra en recortar el gasto social y no se preocupa de incrementar los ingresos gravando a las grandes fortunas y a los que se enriquecen mediante la especulación bursátil y desvían fondos a paraísos fiscales.
La salida de la crisis se tiene que dar mediante la creación de puestos de empleo estables, que reduzcan la incertidumbre para las personas que viven de su trabajo. Puestos de trabajo sometidos a unas condiciones dignas. La administración tiene que implicarse de manera directa y sin tapujos en la creación de empleo y, en lugar de eso, esta precarizando las condiciones de los empleados públicos y los pensionistas.
Estas medidas presentadas enseñan la verdadera cara de los que están del lado del Gobierno del PSOE: la banca y la patronal. En lugar de exigir que paguen los que se han estado enriqueciendo a costa de los trabajadores y han causado esta crisis, machaca con recortes y reformas laborales a la clase trabajadora.
En esta ocasión, hemos centrado nuestra protesta en las medidas acometidas recientemente por el ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero, referentes a los recortes salariales a los empleados públicos y a los pensionistas.
Unas medidas que constituyen una agresión a la negociación colectiva, además de una vulneración de lo acordado en el Pacto de Toledo. El Gobierno menoscaba la capacidad de negociación y diálogo de los empleados públicos al imponerles por decreto una reducción de sus percepciones económicas. Dicha reducción está argumentada en la imagen de los trabajadores privilegiados que, mediáticamente, se ha creado en torno a este colectivo. El Gobierno sólo se centra en recortar el gasto social y no se preocupa de incrementar los ingresos gravando a las grandes fortunas y a los que se enriquecen mediante la especulación bursátil y desvían fondos a paraísos fiscales.
La salida de la crisis se tiene que dar mediante la creación de puestos de empleo estables, que reduzcan la incertidumbre para las personas que viven de su trabajo. Puestos de trabajo sometidos a unas condiciones dignas. La administración tiene que implicarse de manera directa y sin tapujos en la creación de empleo y, en lugar de eso, esta precarizando las condiciones de los empleados públicos y los pensionistas.
Estas medidas presentadas enseñan la verdadera cara de los que están del lado del Gobierno del PSOE: la banca y la patronal. En lugar de exigir que paguen los que se han estado enriqueciendo a costa de los trabajadores y han causado esta crisis, machaca con recortes y reformas laborales a la clase trabajadora.
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