El Partido Comunista de Salamanca (PCE) finalizó las Jornadas Internacionalistas 2009 con un Festival Intercultural en homenaje al Ché Guevara por el 42º aniversario de su asesinato a manos del ejército boliviano y la CIA. Con una asistencia de más de 150 jóvenes, contamos con la actuación musical de Andrés Sudón, bailes latinoamericanos y una barra de pinchos internacionales. Un broche de oro para las Jornadas Internacionalistas 2009, que el PCE-Salamanca ha valorado como un rotundo éxito.
La noche comenzó con la actuación de Andrés Sudón, quien nos regaló un concierto inteligente, animado y de gran calidad. Durante más de media hora el público vibró con los viejo y nuevos temas de Andrés, quien es ya un clásico de las fiestas solidarias.
Una de las novedades de esta edición fue la presencia de bailes latinoamericanos, a cargo de dos compañeras puertorriqueña y colombiana, que hicieron un breve recorrido por los bailes negros de sus tierras. Como explicó una de ellas, los bailes negros tuvieron una función social de comunicación entre las diversas tribus africanas que se encontraban esclavizadas en América, pues los diversos ritmos servían para anunciar huelgas, movilizaciones, o sucesos a miembros de tribus con idiomas diferentes.
Durante toda la noche el público pudo probar también el sabor latinoamericano a través de la barra internacional de pinchos, entre los que destacaban recetas latinoamericanas como las arepas venezolanas, tacos mexicanos y un pastel de tres leches venezolano, junto a tapas ibéricas como el arròs al forn valenciano, la tortilla de patatas y la ensaladilla rusa.
En conjunto fue una noche divertida y reivindicativa, en la que se hicieron llamamientos a la solidaridad entre los pueblos.
La noche comenzó con la actuación de Andrés Sudón, quien nos regaló un concierto inteligente, animado y de gran calidad. Durante más de media hora el público vibró con los viejo y nuevos temas de Andrés, quien es ya un clásico de las fiestas solidarias.
Una de las novedades de esta edición fue la presencia de bailes latinoamericanos, a cargo de dos compañeras puertorriqueña y colombiana, que hicieron un breve recorrido por los bailes negros de sus tierras. Como explicó una de ellas, los bailes negros tuvieron una función social de comunicación entre las diversas tribus africanas que se encontraban esclavizadas en América, pues los diversos ritmos servían para anunciar huelgas, movilizaciones, o sucesos a miembros de tribus con idiomas diferentes.
Durante toda la noche el público pudo probar también el sabor latinoamericano a través de la barra internacional de pinchos, entre los que destacaban recetas latinoamericanas como las arepas venezolanas, tacos mexicanos y un pastel de tres leches venezolano, junto a tapas ibéricas como el arròs al forn valenciano, la tortilla de patatas y la ensaladilla rusa.
En conjunto fue una noche divertida y reivindicativa, en la que se hicieron llamamientos a la solidaridad entre los pueblos.
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