Tras seis meses de vigencia de la "Ordenanza municipal sobre protección de actuaciones antisociales", el Ayuntamiento de Salamanca es el principal incumplidor de la norma por la masiva pegada carteles en zonas no autorizadas, anunciando actividades municipales.
En el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Salamanca de 6 de Noviembre de 2.008, con los votos del PP y el PSOE, se aprobó la "Ordenanza municipal sobre protección de actuaciones antisociales", que entre otros aspectos, prohibe la pegada de carteles en la ciudad, salvo autorización municipal y en las zonas habilitadas al efecto. La multa por incumplir la prohibición puede llegar hasta los 600 euros, de la que serían responsables tanto los autores materiales "como la entidad anunciadora".
En la actualidad, cualquier ciudadano puede comprobar que la mayoría de los carteles pegados en las paredes de la ciudad son de actividades municipales o apoyadas por el Ayuntamiento de Salamanca y por lo tanto, donde aparece el Ayuntamiento como anunciante. Lugares tan emblemáticos como las paredes del Teatro Bretón se encuentran permanente cubiertas con publicidad de actos financiados o promocionados por el Ayuntamiento, y de los que como anunciante es responsable.
El Partido Comunista de Salamanca (PCE), aunque en su día recurrió la ordenanza y cree que la norma, con la disculpa de mantener limpia la ciudad, limita derechos fundamentales de los salmantinos y salmantinas, exige que el propio Ayuntamiento cumpla sus propias ordenanzas y por ello que se autosancione por múltiples faltas a la ordenanza "antivandalismo" por pegar carteles en zonas no autorizadas.
Esta actitud del Partido Popular, evidencia una vez más que cuando el Ayuntamiento de Salamanca establece normas municipales lo hace sólo para los ciudadanos, reservándose el derecho a sí mismo de incumplirlas cuando le venga en gana, creyéndose estar por encima de las normas que son de obligado cumplimiento para el resto de ciudadanos.
El Partido Popular, cuando defendió la necesidad de aprobar la ordenanza, lo hizo, según sus palabras, para lograr que Salamanca fuese una ciudad limpia y habitable y para "educar" a los "vándalos" que la ensucian a través de la imposición de sanciones económicas. Ahora el "vándalo", el que ensucia la ciudad y quien merece una "sanción educadora" es el propio Ayuntamiento de Salamanca.
Partido Comunista de Salamanca (PCE)
Grupo de Trabajo de Política Municipal
En el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Salamanca de 6 de Noviembre de 2.008, con los votos del PP y el PSOE, se aprobó la "Ordenanza municipal sobre protección de actuaciones antisociales", que entre otros aspectos, prohibe la pegada de carteles en la ciudad, salvo autorización municipal y en las zonas habilitadas al efecto. La multa por incumplir la prohibición puede llegar hasta los 600 euros, de la que serían responsables tanto los autores materiales "como la entidad anunciadora".
En la actualidad, cualquier ciudadano puede comprobar que la mayoría de los carteles pegados en las paredes de la ciudad son de actividades municipales o apoyadas por el Ayuntamiento de Salamanca y por lo tanto, donde aparece el Ayuntamiento como anunciante. Lugares tan emblemáticos como las paredes del Teatro Bretón se encuentran permanente cubiertas con publicidad de actos financiados o promocionados por el Ayuntamiento, y de los que como anunciante es responsable.
El Partido Comunista de Salamanca (PCE), aunque en su día recurrió la ordenanza y cree que la norma, con la disculpa de mantener limpia la ciudad, limita derechos fundamentales de los salmantinos y salmantinas, exige que el propio Ayuntamiento cumpla sus propias ordenanzas y por ello que se autosancione por múltiples faltas a la ordenanza "antivandalismo" por pegar carteles en zonas no autorizadas.
Esta actitud del Partido Popular, evidencia una vez más que cuando el Ayuntamiento de Salamanca establece normas municipales lo hace sólo para los ciudadanos, reservándose el derecho a sí mismo de incumplirlas cuando le venga en gana, creyéndose estar por encima de las normas que son de obligado cumplimiento para el resto de ciudadanos.
El Partido Popular, cuando defendió la necesidad de aprobar la ordenanza, lo hizo, según sus palabras, para lograr que Salamanca fuese una ciudad limpia y habitable y para "educar" a los "vándalos" que la ensucian a través de la imposición de sanciones económicas. Ahora el "vándalo", el que ensucia la ciudad y quien merece una "sanción educadora" es el propio Ayuntamiento de Salamanca.
Partido Comunista de Salamanca (PCE)
Grupo de Trabajo de Política Municipal
1 comentario:
Ahí, ahí, que quede clara la hipocresía del Ayuntamiento y su alcalde.
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