martes, 4 de marzo de 2008

8 DE MARZO "Día Internacional de la Mujer Trabajadora"

Manifiesto del Partido Comunista de Salamanca (PCE)
El 8 de marzo llega un año más, todos los políticos se visten de morado por un día, hablan, hacen campaña, prometen, recuerdan y discuten para volver el día 9 a su existencia normal… pero nosotros queremos decirles que soplan malos vientos; que esta sociedad funciona sobre la base de la dominación de los hombres sobre las mujeres, de la explotación de una minoría sobre una mayoría. La dominación de los hombres sobre las mujeres configura el poder patriarcal de unos pocos sobre la mayoría, la explotación capitalista y la de unos países sobre otros, el imperialismo. Lo primero configura nuestra opresión milenaria y se adapta perfectamente a los distintos sistemas económicos y situaciones diversas, así los hombres se aseguran el mantenimiento de sus privilegios en todos los terrenos; el capitalismo nos da la categoría de sobreexplotados y la lucha imperialista nos sitúa ante el militarismo.



Las mujeres nos vamos a tener que enfrentar a los efectos de la actual crisis económica. Desde hace muchos años venimos hablando de estos efectos, pero ahora es preciso analizarlos más en profundidad ya que no se trata de una crisis cualquiera, es una crisis estructural, pues la tendencia a incorporar nuevas tecnologías nos va a enfrentar a una situación de paro; hablar de paro es hablar de desempleo masivo de mujeres y también de hombres; esto supone que el sistema tiene que alterar la estructura social de tal forma que no existan más tensiones de las que puede tolerar, significa crear colchones que amortigüen la desesperación de la humanidad, significa por tanto el reforzamiento de la familia como elemento de estabilización social y la reclusión de las mujeres en la familia reforzando la división sexual del trabajo controlando las capacidades reproductoras y sexuales de la mujeres.

La carrera de armamentos conlleva la militarización de la sociedad y esto también determina la estructura y el comportamiento social y por tanto la vida de las mujeres. La amenaza de guerra determina la paz que las mujeres queremos; cuando decimos “ni guerra que nos destruya, ni paz que nos oprima” expresamos qué es lo que entendemos como situación de paz, es decir, cuando no hay una confrontación armada entre países o dentro de un mismo país, nosotros estamos sometidos a una guerra cotidiana contra la dominación de los hombres.

Con este panorama no es de extrañar que a medida que avanza la crisis, la igualdad de derechos de las mujeres que cada vez se preconiza más desde los gobiernos, se convierta en una palabra vacía, porque a la vez que lo dicen, recortan los presupuestos debilitando el carácter asistencial del estado. A las mujeres poco nos sirve que el estado tenga un carácter asistencial porque ni en los momentos de mayor desarrollo económico se ha traducido en mejoras reales para las mujeres; en ninguno de los aspectos del terreno asistencial se contempló nunca la situación y necesidades concretas de las mujeres, ni la puesta en pie de servicios sociales que permitieran acabar con la esquizofrenia de lo público y lo privado.

El estado y sus instituciones forman un articulado en el que la esfera privada tiene un papel privilegiado para la reproducción ideológica y el mantenimiento de la dominación patriarcal…
Como no podía ser de otro modo esa situación se concreta en nuestra provincia, Salamanca, en hechos objetivos que dejan a las claras la discriminación evidente que padecemos las mujeres. En el ámbito laboral estamos condenadas a los peores trabajos, los menos remunerados, los más eventuales y los socialmente menos considerados, lo cual dificulta nuestra independencia económica y por tanto coarta el ejercicio de nuestra libertad y de nuestros derechos.

Recientemente, un informe del Observatorio del Servicio de Empleo Estatal, refiriéndose a la provincia de Salamanca respecto del año 2006 daba, entre otros los siguientes datos:

- El número de mujeres paradas duplica al de los hombres.
- El 40% de los contratos firmados por mujeres correspondía a limpiadoras, camareras y dependientas.
- Entre las 25 ocupaciones en que más contratos firmaron las mujeres, tan solo en cuatro se exige algún tipo de titulación.
- El 94,3% de los contratos suscritos por mujeres se han realizado en el sector servicios. En asistencia a domicilio el 98,07% son mujeres trabajadoras, en sastrería el 95,35%, en peluquería el 93,33%, empleadas del hogar con contrato el 89,66%, en personal de limpieza el 88,69%.
- El 47,5% de los contratos realizados a mujeres no superan los tres meses de duración. Solo el 0,4% es de mas de doce meses.
- La tasa de rotación media es de 3,67 contratos por trabajadora.

Esta situación de evidente discriminación de las mujeres a la hora de acceder a puestos de trabajo de calidad, nos discrimina salarialmente frente a los hombres y forma parte de la estructura del sistema capitalista que nos condena a ser ciudadanas de segunda a la hora de ejercer nuestros derechos.


Por eso en este 8 de Marzo, contra el patriarcado, el capital y el imperialismo… Feminismo.

Salamanca 3 de Marzo de 2008


Grupo de Trabajo de Feminismo
Partido Comunista de Salamanca (PCE)



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