Urge el diálogo político entre todas las partes implicadas -ucranianas y extranjeras - bajo los auspicios de la ONU para detener la espiral militar y la injerencia de las potencias extranjeras. Esta reunión debería haber tenido lugar hace mucho tiempo. La OTAN debe de mantenerse al margen de este proceso. Es esencial el diálogo con Rusia, por una parte para mantener la paz y lograr una solución política y por otra para una política de la Unión Europea en la región. La cooperación debe reemplazar las luchas de influencia.
Debemos asegurar que el pueblo ucraniano recupera el control de su futuro a través de unas elecciones parlamentarias, el establecimiento de un poder legítimo en un marco democrático fortalecido.
El control de los recursos del país y de las principales decisiones para la cooperación internacional debe pertenecer a los ucranianos. Se puede evitar la división del país. El pueblo soberano puede decidir hacer de Ucrania un país independiente, libre de corrupción, de oligarquías y de la violencia de la extrema derecha.
La Secretaría de Solidaridad Internacional y Globalización del PCE-Salamanca condena enérgicamente cualquier intento de prohibir el Partido Comunista. También condena duramente los ataques que los fascistas y los extremistas de derecha están realizando contra los miembros del Partido Comunista y sus sedes. Las autoridades deben adoptar todas las medidas necesarias para impedir tales ataques y llevar a los responsables ante la justicia.
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