El
PCE de Salamanca quiere manifestar su solidaridad con los fotógrafos
Raúl Capín
(colaborador de Mundo Obrero)
y Adolfo Lujan y, a su vez, condenar la
actitud del Gobierno del PP que utiliza la represión policial para
intentar amedrentar y sembrar el terror entre los ciudadanos y
ciudadanas que se manifiestan en contra de unas políticas que
están provocando que cientos de miles de personas pierdan sus
empleos, sus viviendas y la posibilidad de vivir dignamente. Un
Gobierno que amnistía a los delincuentes económicos, entrega los
recursos públicos a los poderosos; concede privilegios a la iglesia
y saca a la policía para reprimir duramente a quienes, sin
violencia, reivindicamos otras políticas.
Las
acusaciones tan graves que les imputan son las de “agresión a
gentes de paisano de las brigadas de información de la Policía
cuando intentaban practicar detenciones" y les acusan de
calumnias “contra los órganos públicos divulgando en redes
sociales e Internet que los policías de paisano lanzan objetos y
provocan actos violentos" para justificar las cargas policiales
y detenciones.
Es
decir, se les acusa de realizar su trabajo de fotoperiodistas. Su
único delito, por tanto, es informar del lado de los manifestantes,
tomar imágenes de la agresividad policial desde la posición de los
manifestantes y no detrás del cordón policial. Las fotos de estos
dos compañeros detenidos en sus domicilios pretenden reflejar lo que
los medios de comunicación del sistema no hacen.
A
estos compañeros y a otros les tenemos que estar agradecidos porque
ellos son los que nos transmiten lo que realmente ocurre en las
manifestaciones: cómo la voz de los manifestantes se pretende
reprimir con la violencia de unos policías que obedecen las órdenes
de una derecha que quiere sembrar el terror entre los manifestantes
y, por tanto, que nos amedrentemos para no acudir a las distintas
convocatorias.
Sin
embargo, el PCE opina que, muy al contrario de lo que pretende el PP,
esto nos reafirma en la lucha porque esto significa que les molesta
terriblemente que nos movilicemos, que reivindiquemos y además en
estos momentos éste es el único0 camino que nos queda para evitar
que las familias se queden sin hogar, que los trabajadores pierdan
sus empleos y que la mayoría de la ciudadanía deje de tener acceso
a los servicios públicos.
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