En la tarde del pasado 17 de Mayo, ha salido en libertad nuestra compañera Laura, 23 días en prisión. Aunque hemos conseguido la libertad de Laura, el injusto proceso judicial contra ella sigue abierto, y la CGT seguimos considerando que es totalmente arbitrario y se le ha hecho sufrir un castigo absolutamente desproporcionado, a pesar de haber cientos de imágenes que echan por tierra el argumento de los mossos, la fiscalía y la posterior decisión judicial de prisión incondicional sin fianza.
El 24 de Abril fue detenida Laura Gómez y el 25 de abril ingresaba en prisión por participar en una teatralización en donde se quemó una caja de cartón con papeles en un lugar abierto sin riesgo para nadie, frente a la bolsa de Barcelona. Cuánta mano dura han querido demostrar, haciendo caer todos sus medios represivos, cuerpos armados, fiscalía y jueces contra alguien que no se esconde, que actúa a cara descubierta, que no ha provocado daño personal ninguno y que tiene una rutina diaria que le hace fácil de localizar.
Lo que sí que consideramos que debería ser un delito es el tráfico de dinero público que se hace desde el Estado hacia los bancos, negocios privados, y que su avaricia ha creado esta crisis que estamos padeciendo, siendo tratados de manera privilegiada por parte de todos los políticos. ¿No hay jueces y fiscales que consideren que puede haber delitos de soborno, cohecho y malversación de fondos? ¿Cuántos de los responsables de la crisis están en prisión? La justicia no es igual para todos.
La CGT considera que están dando resultado las presiones políticas, tanto al juzgado como a la fiscalía, ya que a una persona sin antecedentes penales, con domicilio fijo, trabajo fijo, una hija que vive con ella, se dice por la fiscalía que tiene riesgo de fuga y de reincidir antes incluso de ser juzgada y condenada. Estos baremos no se aplican a los banqueros, ni a los políticos investigados por la fiscalía anticorrupción a quienes se deja en libertad.
Lo que se pretende es provocar el miedo entre la ciudadanía, para que no nos movilicemos y acatemos las políticas económicas sin rechistar y para ello necesitan crear una imagen de violentos totalmente prefabricada desde alguna oficina.
La CGT, que no quede duda, seguiremos saliendo a la calle y protestando al igual que hicieron nuestros abuelos, para defender la libertad y una sociedad más justa, luchando contra las injusticias, no permitiremos que nos lleven a las condiciones laborales y sociales del siglo XIX entre los banqueros y los políticos.
SI NOS TOCAN A UN@, NOS TOCAN A TOD@S
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