El
nuevo
Contrato
de
Formación
y
Aprendizaje
es
el
más
precario
de
todos
los
contratos.
El
Gobierno
ha
reducido
su
salario,
amplía
las
posibilidades
de
ser
utilizado,
no
garantiza
la
formación
teórica
y
al
empresario
se
le
bonifican
las
cuotas
a
la
Seguridad
Social.
Para
el
PCE
de
Salamanca
la
reforma
laboral
condena
a
la
juventud
trabajadora
a
seguir
en
desempleo
o
a
mantener,
durante
muchos
años,
unas
condiciones
precarias
en
la
contratación.
Un
ejemplo
evidente
de
esto
último
es
el
nuevo
contrato
de
formación,
que
ya
fue
precarizado
por
el
PSOE,
y
ahora
el
PP
le
ha
dado
otra
vuelta
de
tuerca
al
permitir
que
los
jóvenes,
desde
los
16
a
los
30
años,
puedan
tener
varios
contratos
de
este
tipo
para
la
misma
o
distinta
empresa.
Los
jóvenes
han
sido
siempre
muy
castigados
por
el
desempleo.
En
Salamanca
el
60%
trabaja
con
contratos
temporales
y
tienen,
de
media,
un
44%
menos
de
salario
respecto
al
resto
de
trabajadores.
La
reforma
laboral
ha
reducido
el
salario
de
un
joven
trabajador
aprendiz
en
un
10%.
Tal
es
la
bajada
de
salarios
que
ahora
a
una
empresa
la
contratación
de
un
trabajador
joven
le
cuesta
menos
de
500
€ netos,
durante
el
primer
año
de
contrato
de
formación,
si
se
acoge
a
las
bonificaciones
de
cuotas.
Este
contrato
es
el
más
precario
y
el
que
peores
condiciones
mantiene
para
los
trabajadores
además
de
ser
uno
sobre
los
que
más
fraude
se
produce
contra
los
trabajadores
porque
el
tiempo
de
formación
no
se
cobra
y
casi
siempre
se
trabaja.
Por
último,
el
contrato
de
formación
no
garantiza
la
formación
del
trabajador
y
entierra
aún
más
la
formación
profesional
en
este
país
y,
para
el
PCE,
esto
es
una
lesión
grave
en
la
proyección
social
y
laboral
de
la
clase
obrera
joven.
Favorecer,
potenciar
y
fomentar
este
tipo
de
relaciones
laborales
es
colaborar
con
la
contratación
precaria,
temporal
y
con
pocos
derechos
para
los
trabajadores
y
las
trabajadoras
jóvenes,
impidiendo
la
emancipación
juvenil.
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