Un 1º de mayo no es un día de fiesta, debe ser, ante todo, una jornada para reivindicar y no permanecer en el silencio cómplice del inmovilismo. Los trabajadores y trabajadoras salmantinas tenemos muchos argumentos para no mantenernos indiferentes ante una situación económica, laboral y social que no ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas...
y de manera más notable aquí en Salamanca donde el número de personas en desempleo no varía (entre 17.000 y 19.000), de la que dos de cada tres son mujeres, donde nunca la temporalidad ha bajado del 87%. Aunque hay un dato que sí que ha variado en los últimos cuatro años y es el del número de accidentes de trabajo que se ha incrementado un 9,48%. Cada día, en nuestra provincia, se producen 15 accidentes de trabajo.
En Salamanca los tres sectores económicos en los que más se han incrementado los accidentes de trabajo son: el agroalimentario, la hostelería y la construcción, debido a la enorme temporalidad, terrible precariedad y a las extensísimas jornadas de trabajo al margen de la ley y de la nómina.
En nuestra provincia las épocas de auge económico no se notan en cuanto a reducción de la temporalidad o del número de personas en desempleo o en incrementos de salarios; sin embargo, las épocas de crisis, como la que estamos iniciando, sí que se notan y desde el principio. En tan sólo un mes se ha incrementado el número de trabajadores en desempleo en 2.000 personas.
Y es que las épocas de suculentos beneficios para los poderosos no se destinaron a mejorar las rentas del trabajo ni a cambiar el frágil modelo productivo mientras que los momentos de crisis económicas afectan, en primer lugar y de manera muy directa, a una clase trabajadora que vive, en su mayoría, en situación de precariedad, de temporalidad, de excesos de jornadas y con salarios muy justos para poder vivir.
Estamos asistiendo a una pasividad por parte de los distintos gobiernos tanto del Estado y de la Comunidad Autónoma como municipal. En Salamanca no existen ni políticas económicas ni de empleo que incidan en el bienestar de los más desfavorecidos y cuando se lleva a cabo alguna iniciativa es con la intención de cargar más la presión fiscal sobre quienes menos recursos tienen, sobre quienes viven al límite de sus posibilidades económicas: las trabajadoras y los trabajadores salamantinos, como ocurrió con la injusta y despiadada subida de impuestos y tasas municipales.
Algo similar ocurre con las políticas del Gobierno del PSOE que no ha llevado a cabo, ni en la última legislatura ni presumiblemente en esta, una política propia que favorezca la progresividad fiscal y el reparto de la riqueza.
Desde el PCE en este 1º de mayo queremos recordar a los trabajadores de Nachi que han sufrido un despido colectivo como consecuencia del modelo neoliberal que sustentan los socialdemócratas y conservadores europeos que se refleja en la deslocalización de empresas.
Nuestra solidaridad y reconocimiento de la lucha que mantuvieron los trabajadores de la lavandería que lucharon no sólo por mantener sus puestos de trabajo sino porque no se privaticen los servicios públicos.
Nuestro apoyo a los trabajadores y trabajadoras de Justicia que reclamaron la necesidad no sólo de mejoras en sus condiciones laborales sino una mejor gestión de los servicios públicos.
El PCE de Salamanca considera que la temporalidad, la precariedad y la siniestralidad siguen siendo desgraciadamente los rasgos característicos del mundo del trabajo que condenan a la clase trabajadora, en especial a las mujeres, jóvenes e inmigrantes a salarios infames, a horarios a la carta (del empresario), a un mayor riesgo de su salud y a un futuro incierto, consolidando la intolerable exclusión y sobreexplotación del ser humano.
Desde el PCE apostamos firmemente por:
- Reducir la precariedad en el empleo recuperando la causalidad en la contratación y las modalidades de contratos.
- Recuperar el poder adquisitivo de los salarios (mientras los beneficios empresariales crecían un 70% los salarios iban perdiendo un 4%).
- Lograr la jornada semanal de 35 horas, por ley, sin reducción salarial.
- Acabar con el paradigma de la precariedad laboral: las ETT´s y las Empresas de Servicios.
- Lograr la igualdad efectiva en el acceso al trabajo independientemente del género, de la raza o de la edad.
- Perseguir el fraude fiscal y laboral.
- Incrementar las plantillas del cuerpo de inspectores de trabajo de modo que se asegure el cumplimiento de las leyes de salud laboral.
- Apostar por un sistema público y, por tanto, evitar la privatización de los servicios públicos que no sólo empeora su calidad sino que precariza y abarata las condiciones de trabajo de la clase obrera.
Por tanto, desde el PCE de Salamanca reiteramos que el 1 de mayo es un día para reflexionar sobre lo que a los trabajadores y trabajadoras nos queda por luchar porque al día siguiente no debemos de parar de reivindicar aquello que hará de esta sociedad una más justa, más solidaria, más igual y más digna.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!
Partido Comunista de Salamanca (PCE)
y de manera más notable aquí en Salamanca donde el número de personas en desempleo no varía (entre 17.000 y 19.000), de la que dos de cada tres son mujeres, donde nunca la temporalidad ha bajado del 87%. Aunque hay un dato que sí que ha variado en los últimos cuatro años y es el del número de accidentes de trabajo que se ha incrementado un 9,48%. Cada día, en nuestra provincia, se producen 15 accidentes de trabajo.
En Salamanca los tres sectores económicos en los que más se han incrementado los accidentes de trabajo son: el agroalimentario, la hostelería y la construcción, debido a la enorme temporalidad, terrible precariedad y a las extensísimas jornadas de trabajo al margen de la ley y de la nómina.
En nuestra provincia las épocas de auge económico no se notan en cuanto a reducción de la temporalidad o del número de personas en desempleo o en incrementos de salarios; sin embargo, las épocas de crisis, como la que estamos iniciando, sí que se notan y desde el principio. En tan sólo un mes se ha incrementado el número de trabajadores en desempleo en 2.000 personas.
Y es que las épocas de suculentos beneficios para los poderosos no se destinaron a mejorar las rentas del trabajo ni a cambiar el frágil modelo productivo mientras que los momentos de crisis económicas afectan, en primer lugar y de manera muy directa, a una clase trabajadora que vive, en su mayoría, en situación de precariedad, de temporalidad, de excesos de jornadas y con salarios muy justos para poder vivir.
Estamos asistiendo a una pasividad por parte de los distintos gobiernos tanto del Estado y de la Comunidad Autónoma como municipal. En Salamanca no existen ni políticas económicas ni de empleo que incidan en el bienestar de los más desfavorecidos y cuando se lleva a cabo alguna iniciativa es con la intención de cargar más la presión fiscal sobre quienes menos recursos tienen, sobre quienes viven al límite de sus posibilidades económicas: las trabajadoras y los trabajadores salamantinos, como ocurrió con la injusta y despiadada subida de impuestos y tasas municipales.
Algo similar ocurre con las políticas del Gobierno del PSOE que no ha llevado a cabo, ni en la última legislatura ni presumiblemente en esta, una política propia que favorezca la progresividad fiscal y el reparto de la riqueza.
Desde el PCE en este 1º de mayo queremos recordar a los trabajadores de Nachi que han sufrido un despido colectivo como consecuencia del modelo neoliberal que sustentan los socialdemócratas y conservadores europeos que se refleja en la deslocalización de empresas.
Nuestra solidaridad y reconocimiento de la lucha que mantuvieron los trabajadores de la lavandería que lucharon no sólo por mantener sus puestos de trabajo sino porque no se privaticen los servicios públicos.
Nuestro apoyo a los trabajadores y trabajadoras de Justicia que reclamaron la necesidad no sólo de mejoras en sus condiciones laborales sino una mejor gestión de los servicios públicos.
El PCE de Salamanca considera que la temporalidad, la precariedad y la siniestralidad siguen siendo desgraciadamente los rasgos característicos del mundo del trabajo que condenan a la clase trabajadora, en especial a las mujeres, jóvenes e inmigrantes a salarios infames, a horarios a la carta (del empresario), a un mayor riesgo de su salud y a un futuro incierto, consolidando la intolerable exclusión y sobreexplotación del ser humano.
Desde el PCE apostamos firmemente por:
- Reducir la precariedad en el empleo recuperando la causalidad en la contratación y las modalidades de contratos.
- Recuperar el poder adquisitivo de los salarios (mientras los beneficios empresariales crecían un 70% los salarios iban perdiendo un 4%).
- Lograr la jornada semanal de 35 horas, por ley, sin reducción salarial.
- Acabar con el paradigma de la precariedad laboral: las ETT´s y las Empresas de Servicios.
- Lograr la igualdad efectiva en el acceso al trabajo independientemente del género, de la raza o de la edad.
- Perseguir el fraude fiscal y laboral.
- Incrementar las plantillas del cuerpo de inspectores de trabajo de modo que se asegure el cumplimiento de las leyes de salud laboral.
- Apostar por un sistema público y, por tanto, evitar la privatización de los servicios públicos que no sólo empeora su calidad sino que precariza y abarata las condiciones de trabajo de la clase obrera.
Por tanto, desde el PCE de Salamanca reiteramos que el 1 de mayo es un día para reflexionar sobre lo que a los trabajadores y trabajadoras nos queda por luchar porque al día siguiente no debemos de parar de reivindicar aquello que hará de esta sociedad una más justa, más solidaria, más igual y más digna.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!
Partido Comunista de Salamanca (PCE)
2 comentarios:
Salamanca solo tiene una oportunidad de futuro si los trabajadores lo exigimos.
Es nuestro derecho, ¡Esta es nuestra tierra y aquí queremos trabajar!
En recuerdo de todos los que han luchado por los derechos de los trabajadores y para exigir nuestro derecho a ser algo mas que una mercancía: TODOS A LA MANIFESTACIÓN DEL 1º DE MAYO
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